La exfoliación es un paso esencial en el cuidado de la piel corporal y facial, pero a menudo puede verse como un paso que debes omitir si tienes piel sensible o no estás seguro de qué producto usar, PERO la exfoliación es un paso vital de cualquier rutina de cuidado de la piel para permitir que otros productos trabajen a su máxima capacidad.
¿Qué es la exfoliación?
La exfoliación es el proceso de eliminar el exceso de células muertas de la superficie de la piel mediante exfoliantes químicos o físicos.
La exfoliación física se puede realizar con sustancias o superficies texturizadas, es importante tener cuidado al utilizar productos y herramientas para la exfoliación físicos, ya que demasiada presión o intensidad pueden dañar la piel.
La exfoliación química implica el uso de ácidos como el ácido glicólico, el ácido salicílico, el ácido mandélico o el ácido láctico. El ácido salicílico es popular para quienes tienen problemas de acné, ya que es un beta hidroxiácido y es soluble en aceite, lo que le permite penetrar profundamente en los poros y destaparlos. Otros, como el ácido glicólico, mandélico y láctico, son alfa hidroxiácidos que ofrecen beneficios como promover la producción de colágeno y la renovación celular de la piel, además de destapar los poros.
La exfoliación realizada adecuadamente te dará un cutis liso, limpio, renovado y saludable.